domingo, 16 de marzo de 2014

IGUALES PERO DIFERENTES (segunda parte)

Base bíblica Romanos 2:11, Génesis 2:21

Comentario

Hermano y hermana, te quiero decir que cada uno de los estudios que presentamos mi esposa y yo, antes de ser diseñados son orados, para que seamos dirigidos por nuestro Señor, cuando los hemos dado en vivo, han sido de gran bendición para el público al que nos hemos dirigido y para nosotros mismos, siempre teniendo en nuestro corazón que toda la honra es para nuestro Dios, nuestro Padre y que sin Él nada sería posible. Esperamos que esta segunda parte sea de bendición, y si así es, compártelo.


Imagina esta historia

Por la mañana, se levantan temprano ella y él, rápidamente desayunan y corren a subirse al coche, donde en el trayecto de entregar a los hijos en la escuela, discuten sobre la educación futura de los niños, uno quiere en una escuela y el otro en otra. Discuten, sin llegar a los gritos, pero se calientan un tanto los ánimos.

Dejan a los niños y ella lo deja en el trabajo.

Llega la noche y se reúnen; toda la familia, ve la televisión, cena, platica, se cuentan las historias del día y cada quien a su habitación.

Ya en la recámara a solas, él piensa en una de dos cosas: 1. Dormir o 2. Tener sexo; supongamos que piensa en lo segundo; se apagan las luces de habitación  y en el silencio de la oscuridad él acerca el dedo gordo del pié izquierdo a la pantorrilla de su esposa bajo la cobija, esperando una reacción de ella, insiste aún más; de inmediato ella se sienta en la cama en la oscuridad y le dice a él: ¿Cómo esperas que tengamos relaciones en este momento, si todavía no terminamos la discusión que tuvimos por la mañana?

¿Queeeeeeeeé?; Él se queda frío, porque esperaba otro tipo de reacción y además, no tenía ni idea sobre lo que ella hablaba y por lo tanto, el deseo que tenía desaparece totalmente de su vida.

Hermano y hermana: ¿sucede esto en tu vida?, no te preocupes, es lo más normal, sólo hay que saber comprenderse mutuamente para que estas diferencias sean de bendición.

DIFERENCIAS EN LA MANIFESTACIÓN DE SENTIMIENTOS

ÉL

Es hermético e impasible, en realidad y si tuvieran que elegir un extremo preferirían ser fríos y calculadores, antes que sentimentales y afectivos.

Cuando el hombre llega a casa, y lo primero que toma es el control remoto, en realidad, no está viendo ni queriendo ver nada en particular, sólo se está desconectando. Sin embargo, la esposa se enfadará, pues ella se involucra emocionalmente con lo que ve y necesita saber cómo finaliza lo que está viendo, pues para ella es asunto de relaciones, historias y situaciones que entran en el plano sentimental y ella quiere saber cómo concluyen.

Él debe saber que ella necesita expresar sus sentimientos, deben hablar sobre aquellas cosas que les han sucedido, repitiendo los detalles y remembrando las situaciones especialmente las que le han causado dolor. Sólo necesita revivirlo, no busca soluciones pero si presencia.

ELLA

Cuando habla, si hay sentimientos intensos a flor de piel, comienzan a utilizar indirectas, es decir, ocultan su verdadero propósito y se van por las ramas mostrando desagrado. 

Hablar de forma indirecta es una especialidad femenina y dado que el hombre no tiene su misma capacidad intuitiva, no entiende cuál es el problema, aunque percibe la carga emocional que lo acompaña. De tal forma que cuando se sienten agraviadas por algo, sus sentimientos y emociones hierven y eso tiene consecuencias en todo el cuerpo y en su entorno inmediato.

Ella debe ser consciente de que él carece de su sexto sentido: la intuición. Por lo tanto, lo que para ella es evidente, para él es un misterio. Debe armarse de paciencia y no caer en la tentación de suponer y esperar que su marido haga algo, pues lo más probable es que él sea ajeno e ignorante en cuanto a la situación dada.

Versículos a revisar: Efesios 4:26-27; Proverbios 15:1; Salmo 37:8.

DIFERENCIAS AL ENFRENTAR LOS PROBLEMAS

ÉL

Cuando tiene problemas se recluye en su cueva particular, evita el contacto y procura manejar el asunto solo, con la esperanza de poder arreglarlo y no tener que reconocer ante nadie que hay algo que no puede resolver. Por ello lo ocultan, porque se sienten inferiores, con un sentimiento de fracaso y sin una solución válida que ofrecer.

Él debe entender que ella no espera que su pareja lo sepa todo ni que tenga la solución para cada caso, sino que le comunique todo, aún aquellos problemas que no saben cómo manejar. Las mujeres no siempre buscan solución sino conexión.

ELLA

Necesitan contarlo, expresarlo, revivirlo, de hecho ante un problema todo su mundo se puede volver un caos total. Debido a su estructura relacional, corren el riesgo de teñir de gris todo su mapa existencial y de relaciones.
Ella debe resistir la tentación de presionar al marido para que cuente determinado problema.

Versículos para revisar: Proverbios 27:5; 27:17 y 27:9


DIFERENCIAS EN LA CAPACIDAD DE HACER MÁS DE UNA COSA A LA VEZ

ÉL

Le cuesta hacer más de una cosa a la vez, su percepción visual y de enfoque es la de un objetivo a la vez, no ve el resto de las cosas que busca.

Él debe entender que la casa y el orden forman parte de la estabilidad femenina, el hogar es como una prolongación de sí misma.

ELLA

Son capaces de hacer muchas cosas a la vez. Su percepción de las situaciones es global y su capacidad de control sobre el entorno es mucho mayor que la del hombre. Tienen un campo de visión periférica mucho más ancho, debido a que en el globo ocular tienen más bastones y conos receptores, concretamente en la retina, para así percibir un mayor arco de información visual.

Ella debe entender el hecho de que él no encuentre sus cosas y no entienda otras, no es algo particular de él, sino algo genérico que responde a una condición inherente a la naturaleza masculina.

Versículos para revisar: Efesios 4:26-27; Salmo 101:1


DIFERENCIAS EN LA AFECTIVIDAD E IMPLICACIÓN CON EL ENTORNO

ÉL

En demostración de afecto, es muy escaso y normalmente poco entregados a besitos, cariñosos y contacto físico, sobre todo en público.

Él ha de ser consciente que cuando ella le muestra afectividad no necesariamente está pensando en sexo, asimismo tiene que aprender que para su esposa las expresiones de afecto tipo abrazo, besos, caricias, guiños, conexión visual, etc., son muy importantes, el lenguaje gesticular y las expresiones de afectividad nutren su necesidad emocional.

ELLA

Se nutren emocionalmente con las muestras de afecto que las hacen sentir amadas y atendidas, eso les da seguridad y ayuda a que su mundo esté en orden.

Ella debe entender que él no tiene tanta necesidad de afectividad, pero si, que necesita de vez en cuando espacio personal, cierta dosis de soledad para poder desconectarse y no sentirse presionado. La esposa debe valorar en gran medida cuando su marido la acompaña de compras o a ver tiendas, quizás no lo puedas entender, pero para él, pudiera ser  un sacrificio.

Versículos para revisar: Proverbios 17:1 y Proverbios 17:14


DIFERENCIAS EN LAS RELACIONES SEXUALES

Para estar todos en contexto podemos hacer una analogía con un electrodoméstico, en lo referente a la excitación sexual. El hombre es como una cocina de gas (ignición instantánea) y las mujeres como hornos eléctricos (se van calentando poco a poco).

Aun cuando hay diferencias entre las dos partes, necesitamos esencialmente lo mismo en nuestra vida sexual: relación, intimidad y satisfacción; llegando cada uno por vías diferentes; los hombres a través de un acto físico (el gas sólo necesita una chispa) las mujeres a través de una conexión emocional (el horno va caldeado el ambiente y subiendo su temperatura poco a poco).

ÉL

Tiene una respuesta eminentemente física y biológica, centrada en el cuerpo, la vista y las acciones. Debido a nuestra estructura compartimental, tenemos la tendencia a focalizar toda nuestra energía sexual en la consecución del orgasmo, sin darnos cuenta de que ellas tienen distinto ritmo y existen unos “entremeses” antes del “plato principal”.

Él Debe ser consciente de que ella está conectada por la intimidad emocional antes que física. Antes de que 2 cuerpos se toquen, los 2 corazones deben tocarse, es decir, él debe prestar atención a las necesidades de ella de conversación íntima, tiempo juntos a solas, palabras cariñosas y amables, ayuda y colaboración en la casa, etc. Y es que el placer sexual de la mujer se produce en muchos otros niveles adema s del orgasmo y esto requiere tiempo y sensibilidad por parte del hombre.

ELLA

Vive la sexualidad de manera profunda y global, su necesidad es más psicológica y sensorial. Las demostraciones de afecto y cariño, las palabras, las caricias, el saberse y sentirse piel con piel y corazón con corazón, unido a la seguridad y privacidad del momento, forman la clave de una sexualidad plena y gratificante.

Ella debe darse cuenta que su esposo no está obsesionado por el sexo, para ellos la sexualidad es algo latente y la viven como una necesidad fisiológica muy real y vital. Por ello, cuando no se satisfacen las necesidades sexuales puede sentirse rechazado y malhumorado. Si esto ocurre y el hombre no está firmemente arraigado en la Palabra de Dios, queda expuesto a la tentación de buscar gratificación sexual por otros medios y dado que su llave de ignición es visual y desconectado del soporte afectivo, es muy vulnerable a las falsas sirenas de una sociedad sexualizada.

Versículos para revisar: Proverbios 5:15 y Proverbios 5:19

RECORDAR


Dios creo dos versiones de su propia imagen, la masculina y la femenina, y precisamente por diferentes son complementarias. No podemos entrar en una lucha de poderes, pues nuestras diferencias no son para rivalizar, no son armas para atacarnos, sino para complementarnos. En ocasiones, en vez de ser maduros somos “más-duros” y permitimos que el orgullo, al querer salirnos con la nuestra y la falta de perdón sean el ácido corrosivo que acabe minando nuestro matrimonio.

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