domingo, 16 de febrero de 2014

Base bíblica Mateo 7:24; Salmo 127:1


EL TERRENO DONDE CONSTRUIMOS EL MATRIMONIO

 
Dios es el diseñador de nuestro hogar (matrimonio), y como todo hogar, toda casa, debe ser construida sobre un terreno adecuado, tener unos cimientos sólidos y contar con materiales de calidad,  esto es, con fundamentos convenientes y que no se derrumbe cuando lleguen los malos tiempos.

Cuando cada lunes abres la puerta de tu casa para entrar al ambiente de la sociedad y pasas en ella 6, 8 o 12 horas o más, y regresas a tu hogar no podrás evitar estar contaminado con parte de ese ambiente, es decir, parte de la ética, costumbres y estilo de vida  de esta sociedad se va a pegar te guste o no. Esto queda definido en Juan17:16 No somos del mundo, ¿cómo es la tierra de esta sociedad? ¿sobre que terreno vamos a edificar nuestro matrimonio?

Cuando Dios no edifica tu casa

Muchos jóvenes no tienen claras sus reglas de vida, o no las han recibido de sus padres, crecen en un contexto donde aprenden a vivir bajo la ley del mínimo esfuerzo y a no respetar reglas, entre otras cosas, porque hemos roto las normas básicas.

Cuidado con el hedonismo, que es una filosofía que está impactando a los matrimonios en esta época, donde la cercanía del regreso de Jesucristo es un hecho. Es una doctrina basada en la búsqueda del placer y a la supresión del dolor y de las angustias como objetivo o razón de ser de la vida.

El principio del placer es un resultado de la vida, pero visto como un beneficio colateral, nunca un objetivo en sí mismo. El placer es un invento de Dios y no del Diablo.

El problema es cuando el carácter hedonista que apela al imperio de los sentidos se eleva al carácter de valor supremo, no sólo contamina el concepto y la práctica de la vida matrimonial y familiar, sino que llega a impregnar también nuestra relación con Dios.

En los últimos años, la modernidad ha llegado a nuestros hogares y ha impactado nuestros matrimonios y nuestros hogares, el 90% del tiempo y energía se dedica al altar laboral, no quedándoles nada más que migajas para sus otras y muy básicas responsabilidades de esposos y padres, esposas y madres.  Ocasionando mala o nula comunicación con los miembros de la familia, ocasionando en muchos casos consecuencias desastrosas; en 2010 de los 7317 matrimonios que hubo, existieron 1218 divorcios, es decir el 16.6%; mientras que en 2005 fueron 7550 matrimonios y 842 divorcios, siendo una relación del 11.1%; recuerda lo que dice Gálatas 6:7.

EDIFICANDO LA CASA (EL MATRIMONIO)

Para poder hacer esta edificación, debemos defender  el modelo de matrimonio diseñado por Dios, cuyos cimientos tienen tres elementos:

1. La condición
2. La composición
3. La duración

1. La condición:

El compromiso entre las dos partes no es la de un contrato que regule los derechos de las partes, es la de un acuerdo  que vincula ambas partes en un compromiso de libre aceptación, basados en principios de lealtad, entrega y fidelidad. El matrimonio es incondicional y sancionado por Dios, normalmente en una ceremonia pública que solemniza el nuevo estado civil, comprometiendo a las partes delante de Dios y de los hombres.

2. La composición:

A. Sobre la heterosexualidad la palabra es clara Génesis 2:24, el matrimonio según Dios lo estableció, es un asunto de hombre y mujer, pero antes del matrimonio, y en la propia creación del ser humano la palabra también es clara y excluyente en Génesis 1:27; 5:2.

B. La monogamia es la unión entre un solo hombre y una sola mujer, aunque la poligamia comienza a practicarse desde el principio de la historia de la humanidad, tenemos la primera mención de esta en un descendiente  directo de Caín, Lamec leamos Génesis 4:19, a partir de aquí se producirá una distinción entre la línea depravada y la línea escogida, los descendientes de Set, otro de los hijos de Adán y Eva  (Génesis 4:26), siempre recuerda Génesis 2:22 y 1a. Timoteo 3:1-7.

3. La duración:

El matrimonio tiene vocación de permanencia, es un compromiso hasta el final. Cuando existe este concepto de entrega total se genera confianza y seguridad y esto produce descanso y tranquilidad del alma, Recordemos  Salmo 48:24.

Por lo tanto, la poligamia, el divorcio y la homosexualidad no son fenómenos originarios, sino originados, que aparecen en el tiempo, no como causa de un proceso creador sino como consecuencia del principio de la depravación en el ser humano. De forma que el significado heterosexual, monogámico y permanente  de la unión matrimonial no es algo de cada generación nueva, volver a definir libremente basándose en sus inclinaciones personales o en las políticas de turno. El significado exclusivo del matrimonio está definido por Dios y por la naturaleza única y complementaria que dio al hombre y a la mujer.

En la vida necesitamos  ideales  que perseguir, pues las metas y los objetivos  nos retan y motivan  a seguir adelante. Cuando hay ideales  y sueños que perseguir, estos se constituyen en el motor que provee energía  y fuerza para luchar, eso es lo que da sentido a nuestras vidas , pues el ideal de la familia nos instala en 2 de los roles que más nos realizan como seres humanos:

Ser esposo/ esposa y padre/madre

 
Hoy es el día más extraordinario, porque no lo habíamos vivido, nunca lo viviremos de nuevo, el único día que tenemos es hoy.

jueves, 6 de febrero de 2014


EL MATRIMONIO ES OBRA DE DIOS

Base bíblica Génesis 2:18-25

 
Recuerda que lo realmente importante está en casa después del trabajo, considera que ningún éxito en la vida justifica el fracaso en la familia.

El matrimonio es obra de Dios, y existen por lo menos cuatro maneras de comprobarlo:
1. El matrimonio fue el diseño de Dios
El matrimonio es diseño de Dios, porque quienes lo integran fueron su diseño, en la creación del hombre como varón y mujer; esto lo dejó claro en Génesis 1:27,28. En Génesis 2:18, Dios decreta que la soledad del hombre no es buena y es Él quien se propone completar uno de los diseños centrales, es decir, un hombre y una mujer en matrimonio.

2.          Dios entregó a la primera novia
El matrimonio también es obra de Dios porque representó el papel de ser el primer Padre en entregar a la novia. Génesis 2:22: “De la costilla que le había quitado al hombre, Dios hizo una mujer y se la presentó al hombre”. No la ocultó para que Adán la buscara; la hizo y después se la entregó.

3. Dios creó al matrimonio por su palabra
Establecido en el versículo 24: “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se a une a su mujer, y los dos se funden en un sólo ser”. Cristo consideraba que Moisés era el autor del Génesis, en Lucas 24:44, esto inspirado por  Dios; si leemos  Mateo 19:4, 5. Jesús dijo que las palabras de Génesis 2:24,  son palabras de Dios aunque fueron escritas por Moisés.

4. Dios lleva a cabo la unión en un solo cuerpo
Dios mismo lleva a cabo la unión: “llegarán a ser un solo cuerpo”. Esa unión es la base del matrimonio.

Dios es quien ordena y lleva a cabo en cada matrimonio  una unificación llamada un solo cuerpo. El hombre no crea esto. Es Dios el que lo hace y no está en las manos  del hombre el destruirlo. Esto está implícito en Génesis 2:24, pero Jesús lo hace explícito en Marcos 10:8-9.

Es extremadamente importante esto, porque Dios vincula al esposo y esposa en la unión de un solo cuerpo. Dios hace eso, lamentablemente el mundo no sabe esto.

Entonces, qué es el matrimonio y qué la familia:

·         Matrimonio. Es una institución divina ordenada y sellada por Dios, donde hombre y mujer hacen un compromiso de vida en común, que generalmente es coronado con el don de los hijos.
·         Familia. Es el sistema vivo diseñado por Dios para promover las relaciones primeras del ser humano con base en el amor y respeto, cuya función principal es contribuir al desarrollo integral, a la expresión de afecto y a la comunicación entre sus miembros, de acuerdo al plan y al propósito de Dios.


Recuerda lo siguiente:

Cuando iniciamos la relación matrimonial, nunca imaginamos por dónde el Señor nos iba a dirigir, recordemos que hemos atravesado desiertos, tiempos realmente de profunda sequía o tal vez en este momento alguno de nosotros  esté en ese camino sinuoso, pero considera que también has tenido tiempos de calma, vivencias hermosas y recuerdos imborrables que ya forman parte de tu historia

Hemos descubierto que en el matrimonio siempre estamos aprendiendo, no hemos llegado a la meta, simplemente seguimos en el camino, descubriendo nuevas formas de mejorar.

 
Dios te bendice a ti, tu matrimonio y tu familia